En Yenín, una nueva vivienda en el campo de refugiados fue tomada por las fuerzas israelíes y transformada en un puesto militar.

Las fuerzas de ocupación israelíes han incrementado su presencia militar en Cisjordania, estableciendo nuevas bases y puntos de control que restringen la movilidad de los palestinos en Yenín y Belén, y han escalado la violencia con múltiples agresiones que han resultado en numerosas víctimas.

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En Yenín, una nueva vivienda en el campo de refugiados fue tomada por las fuerzas israelíes y transformada en un puesto militar, consolidando su control en la zona. Las tropas irrumpieron en la zona occidental del campamento para convertirla en base para sus ataques.

Asimismo, en la entrada de la aldea de Al-Manshiya, al sur de Belén, se estableció un retén militar que dificulta el tránsito de los palestinos, donde los soldados examinan los vehículos y la documentación de los viajeros. Este puesto de control afecta significativamente la conexión entre las áreas rurales y la ciudad de Belén, y tenta contra la seguridad de los residentes.

La ofensiva israelí en Yenín, en un lapso de trece días, ha causado la demolición de casi 100 casas, además de varias viviendas incendiadas. Los ataques aéreos y las incursiones terrestres han sido constantes, lo que ha generado el desplazamiento de aproximadamente el 90 por ciento de los habitantes del campamento.

Los bombardeos aéreos en Yenín y Qabatiya han resultado en la muerte de varios palestinos y en un número no especificado de heridos.

Un ataque aéreo en el barrio oriental de Yenín causó la muerte de dos personas. Asimismo, un dron israelí atacó una motocicleta en la misma zona, resultando en más fatalidades.

Las fuerzas israelíes bombardearon a un grupo de jóvenes, asesinando a un joven de 16 años e hiriendo a otros dos.

Un anciano de 73 años fue asesinado a tiros cuando intentaba regresar a su casa para verificar su estado y recuperar pertenencias personales.

Aproximadamente 15.000 personas han sido desplazadas del campamento de refugiados de Yenín y del barrio de Al-Hadaf, buscando refugio en otras localidades.

Existe una grave crisis de agua que afecta a hospitales y a un 35 por ciento de los residentes de la ciudad tras la destrucción de tuberías de agua por las fuerzas israelíes.

Los ataques militares y el incremento en el control territorial por parte de Israel han provocado una crisis humanitaria en la región y una creciente frustración entre los residentes de la zona.

El número de fallecidos en Yenín ha alcanzado la cifra de 24 desde el inicio de la ofensiva, sumándose a las decenas de heridos.

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